La hiperhidrosis es un exceso de sudoración que se localiza generalmente en axilas, palmas de las manos y plantas de los pies. A veces puede darse en otras zonas del cuerpo como la cabeza y el rostro.
La toxina botulínica, es la única solución no quirúrgica para eliminar el exceso de actividad de las glándulas sudoríparas de manera temporal que reduce significativamente el sudor en la zona tratada, como por ejemplo en las axilas. Es un tratamiento bien tolerado, seguro y de gran eficacia que mejora la calidad de vida del paciente.
Tratamiento de la hiperhidrosis con Toxina Botulínica
En la mayoría de los pacientes se realiza una prueba para delimitar la zona de sudoración, se realiza mediante microinyecciones con agujas muy finas se administran pequeñas dosis de toxina botulínica en la zona definida. Puede existir un poco de molestias al momento del tratamiento, ardor y dolor leve. El paciente puede hacer vida normal de forma inmediata.
Resultados
Se ha demostrado científicamente que cerca del 90% de los pacientes después de una única sesión suda mucho menos o nada. La disminución del sudor empieza a notarse al cabo de dos o tres días de manera progresiva y puede durar entre cuatro meses y hasta 8 meses, dependiendo de las características particulares de cada paciente.
Las inyecciones de botox no curan la hiperhidrosis. Los síntomas vuelven a aparecer poco a poco y requieren un seguimiento con inyecciones a intervalos variables (de siete a dieciséis meses) para mantenerlo seco.